Otros días, en cambio, son tan alegres y con tanta luz que quieres mostrarle al mundo entero lo feliz que eres sin darte cuenta de que mientras tú sonríes, otra persona llora porque tiene uno de esos días tristes en los que no deseas otra cosa que ser transparente.
La vida se divide en días, y en ellos, hay momentos buenos que hacen que los días sean bonitos; y hay momentos malos que convierten los días en una auténtica pesadilla. Para todos esos días hay que poner buena cara, porque vida sólo hay una y hay que disfrutarla como si hoy fuera el último día. Y vivir la vida minuto a minuto, no importa si hubo un momento malo porque el siguiente será mejor.
¡Carpe diem!
pequeña_ragazza
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